miércoles, 18 de noviembre de 2009

Lluvias de Primavera


Se suponen los dias habían comenzado a alegrarse. Ya habíamos empezado con el horario de verano. El sol se ocultaba luego de las siete y los abrigos, parcas, impermeables y botas de todo tipo se hallaban en un oscuro rincon del closet.
Se supone que el calor primaveral había llegado al fin, luego de un invierno cruel y heladisímo y luego de muchas suplicas, para quedarse y como dicen: con la primavera llegan nuevas emociones...
Y luego del veinte de septiembre llegaron. Personas, emociones y sensaciones para acompañarme a recibir la primavera mas dispuesta que nunca. El invierno ya había dejado demasiadas heridas, las manos se me congelaron impidiendome muchas veces sentir siquiera. Sin duda había sido mi invierno mas cruel.
El sol comenzó a salir, los aromas de flores, las brisas frescas y todos increiblemente sonrientes de poder usar ropa mas ligera, y ahi estaba él, con su sonrisa sublime y sus brazos abiertos solo para mi. Habia llegado para curar cada una de mis heridas y borrar incluso las cicatrices, y asi habia sido. Cada rincon de mi existencia habia sido curado y se lo debia a él, y unicamente a él y creo que jamas en esos dias, en esas semanas frescas, llegue a pensar siquiera que algo podia no estar saliendo de acuerdo al plan. Cuando una no esta preparada para ciertas cosas, golpean mas duro.
La primavera me habia curado heridas, pero la lluvia fue tan repentina, incluso los relampagos. Fue a mediados de octubre, luego dedias y dias seguidos de sol radiante, que un dia llovio y bajo un paraguas lo vi besando a otra.
La primavera es embustera, Javiera Parra tiene razón

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